Los capos del Fondo Monetario Internacional ya sabían de las movidas del Tesoro en el mercado del dólar, según soltó Julie Kozack, la directora de comunicaciones, en una rueda de prensa en Washington. Aunque, eso sí, insistió en que hay que juntar reservas de forma transparente.
El ministro de Economía, Luis Caputo, no tiene planeado ningún viajecito al FMI antes de la reunión anual del Fondo que es a mediados de octubre en Washington, dijo Kozack. De paso, comentó que el jefe del Palacio de Hacienda charló con la directora gerente a principios de semana.
Transparencia de la guita e intervención del Tesoro: la respuesta del FMI
Sobre las intervenciones de la gente de economía argentina en el mercado de cambios para frenar la suba del dólar, Kozack tiró que “nuestro equipo estaba al tanto de las últimas movidas del Tesoro en el mercado de contado, que, según explicaron las autoridades, fueron una respuesta temporal a la mayor volatilidad del mercado”.
Y agregó que “En las charlas que el equipo tuvo con las autoridades, seguimos machacando en la importancia de un esquema monetario y cambiario transparente, coherente y predecible para ayudar a manejar la volatilidad del mercado”.
Los que saben del tema creen que al Fondo le encantaría que Argentina armara un plan para juntar reservas parecido al de Chile.
Cuando le preguntaron por cómo venía la acumulación de divisas en el Banco Central, la vocera volvió a citar el último informe del personal técnico diciendo que “por supuesto, hemos animado a las autoridades a seguir metiéndole para reconstruir las reservas, darle más confianza al peso, achicar las diferencias y conseguir acceso a tiempo a los mercados internacionales de capital”.
La funcionaria no dijo nada sobre la pregunta de Ámbito acerca de si el resultado electoral podría pegarle al apoyo a las reformas necesarias para consolidar el programa económico. Pero sí repitió que “el personal del FMI labura codo a codo con las autoridades argentinas en la implementación de su programa, que, obvio, busca afianzar la estabilidad y mejorar las chances de crecimiento de Argentina”.
En particular, sostuvo: “Apoyamos que las autoridades sigan a rajatabla el ancla fiscal y su agenda integral de desregulación, y su compromiso de cuidar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa”.
Kozack contó que el organismo festejó el superávit fiscal de agosto y dijo que “estamos re ansiosos por ver el Presupuesto de 2026 para seguir en esta senda y poner las bases para las reformas fiscales que hagan falta, y para consolidar lo que se consiguió”.
La política antiinflacionaria también fue bien vista por el Fondo: “Reconocemos a fondo el gran avance en bajar la inflación, que dio como resultado una inflación mensual de menos del 2% por cuatro meses seguidos”.
En este sentido, soltó que “también reconocemos el papel que jugó una política monetaria restrictiva para limitar las trayectorias del tipo de cambio que llevan a la inflación”.
La vocera recordó el informe del personal técnico para la primera revisión del programa, para indicar que “las mejoras en el manejo monetario y de liquidez deberían seguir bajando la volatilidad de las tasas de interés y los efectos negativos en la actividad económica”.
Por último, precisó que Georgieva “charló con el ministro Caputo a principios de esta semana para hablar del progreso en la implementación del programa, y esperamos que el ministro Caputo vaya a las reuniones anuales en octubre, como siempre”.
El espaldarazo del FMI
La inestabilidad de los mercados financieros y cambiarios y la paliza electoral que se comió el Gobierno de La Libertad Avanza el domingo pasado en la provincia de Buenos Aires –quedó casi 14 puntos abajo del peronismo– son temas que preocupan a los directivos de los organismos multilaterales de crédito.
El martes pasado a la tarde, con los activos argentinos cayendo a pique y el dólar tensionado, el FMI salió a bancar fuerte a la administración de Javier Milei. Por esas horas, algunas acciones habían perdido casi el 20%, el dólar se acercó al techo de la banda y el riesgo país superó los 1.100 puntos.
Ese día Kozack publicó en X: “El staff del FMI trabaja codo a codo con las autoridades argentinas en la implementación de su programa para afianzar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país. Apoyamos su compromiso de garantizar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa, así como su continua adhesión al ancla fiscal y a la agenda integral de desregulación”.
La preocupación del Fondo por Argentina tiene más de un porqué, según dicen los analistas. Desde el lado de la economía, la política de Milei encaja perfecto con la recomendación central del organismo multilateral en sus programas de estabilización: la necesidad de lograr el equilibrio fiscal. Pero también hay que tener en cuenta que el país es el mayor deudor del FMI.
El mensaje de Kozack fue replicado rapidísimo por el ministro de Economía, Luis Caputo, y minutos después por el presidente. En esa oportunidad, Milei insistió en que no se va a mover de su rumbo. Publicó: “Como dije el domingo, no nos vamos a mover ni un milímetro del programa económico: (1) equilibrio fiscal; (2) mercado monetario ajustado; y (3) en lo cambiario, se mantienen las bandas cambiarias pactadas con el FMI. Además, seguiremos desregulando”.
El apoyo fuerte y justo a tiempo del FMI ayudó a calmar un poco los mercados. El organismo venía elogiando cómo marchaba el programa del gobierno argentino. La última vez que ponderó los avances de la gestión de Milei fue a fines de julio pasado, cuando el Directorio del organismo aprobó la primera revisión del programa en curso, lo que habilitó un desembolso de 2.000 millones de dólares.