Tras las críticas del Papa Francisco al protocolo antipiquetes del gobierno de Javier Milei implementado durante las protestas en los alrededores del Congreso, el jefe de gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, tuvo una dura reacción. “Para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá”, disparó el líder porteño en defensa de la administración libertaria y de este política diseñada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Yo soy alguien de fe, así que tengo un problema para definir dónde me paro acá, porque tengo además una muy buena relación con muchos actores de la Iglesia. Pero me parece que para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá, entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego y no hacer reduccionismo de un hecho en particular ni escuchar una sola campana”, sostuvo Macri este viernes en diálogo con Radio Rivadavia.
En ese sentido, el exintendente de Vicente López dijo que la Ciudad “se había acostumbrado a vivir en el caos” porque “cualquiera hacía lo que quería en cualquier momento”, y remarcó que eso desde que asumió el Gobierno “no está más”.
“Si alguien quiere manifestarse, tiene que pedir permiso; le decimos dónde hacerlo y si no respeta las normas, se hacen cumplir, porque hay un contrato social básico que es vivir en el marco de la ley y respetar a los demás”, expresó.
Tras ello, repitió su postura: “No quiero entrar en una discusión con el Papa, porque no es mi objetivo, pero de estos temas es bueno escuchar todas las campanas, no hacer reduccionismo, entender que estamos administrando una situación compleja y difícil, un momento difícil de la Argentina. También es bueno ser equilibrado siempre”.
“Pasó de todo en la Argentina. Y ahora justo estos comentarios… a mí me duelen, me duelen porque al final lo que necesitamos es salir para adelante; tenemos el orgullo de tener un Papa argentino y eso debería ayudarnos más”, sumó.