El Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7) tuvo una audiencia clave este jueves en la Causa Cuadernos. Casi 50 imputados, entre empresarios y exfuncionarios, ¡le metieron propuestas económicas para zafar del juicio oral del 6 de noviembre! La sesión fue virtual y se armó a pedido de la fiscal Fabiana León, que dejó clarísima su postura: ¡ni a palos cierra la causa por plata!
“Esta fiscalía no vende impunidad, señores jueces”, tiró León a los magistrados Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli. Un palo directo a la estrategia de los 38 empresarios que ofrecieron sumas millonarias para “reparar” el supuesto daño. Entre las ofertas más jugosas, el exjefe de Gabinete Juan Abal Medina puso 60 millones de pesos; el empresario Enrique Pescarmona, ¡500 millones!; y el financista Ernesto Clarens, un barco y un depto en EE. UU. valuados en 1,5 millones de dólares. Otro de los acusados, Sergio Taselli, ofreció 10 mil dólares, ¡una ganga al lado!
La movida legal es la “reparación del daño”, que está en el Código Penal. Esta chance te permite borrar la causa si pagás lo que causaste, a diferencia del juicio abreviado, que ahí sí tenés que admitir que fuiste culpable. Si la aceptaran, los imputados quedarían limpios sin pisar las audiencias. Pero la fiscalía avisó que la magnitud de la causa y el interés público hacen que ¡ni a ganchos! sea viable.
La Causa Cuadernos tiene 174 procesados, y 30 ¡ya se declararon culpables! La investigación abarca 540 hechos, con acusaciones desde cohecho hasta asociación ilícita. Todo gira alrededor de las anotaciones de Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, mano derecha del exministro de Planificación Julio de Vido. Ahí se detallan viajes para recolectar supuestos sobornos de contratistas del Estado. Según la investigación, se movieron ¡al menos 70 millones de dólares! que después se invirtieron en propiedades por todo el país y afuera.
Causa Cuadernos: los argumentos de la defensa
Las defensas argumentaron que un juicio con tantos imputados, testigos (¡más de 600!) y audiencias semanales podría durar entre 10 y 20 años, ¡sumando las apelaciones hasta la Corte Suprema! Por eso pidieron que también opinen la Unidad de Información Financiera (UIF) y el Ministerio Público Fiscal antes de que el tribunal decida.
Entre los imputados que se prendieron a esta movida están figurones del empresariado argentino como Ángelo Calcaterra, Javier Sánchez Caballero, Benjamín Romero y Armando Loson, entre otros. Todos buscan evitar el quilombo mediático y judicial de un proceso que promete ser histórico por su tamaño y porque en el banquillo va a estar la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ¡señalada como jefa de una asociación ilícita!
El TOF 7 va a seguir escuchando a los imputados y a la fiscal antes de tomar una decisión. Mientras tanto, el juicio sigue firme para noviembre y se perfila como uno de los procesos más largos y complicados de la historia judicial argentina reciente.