Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, le tiró con todo a Javier Milei después de que La Libertad Avanza perdiera las elecciones en la Provincia de Buenos Aires. Usando sus redes, Pullaro soltó que “la gente ya viene diciendo las cosas claras” en las urnas y que el Gobierno nacional “sigue sin escuchar”. Esto se suma al quilombo político en la Casa Rosada, donde el martes anunciaron que armarían una mesa política nacional. El vocero presidencial, Manuel Adorni, lo confirmó.
En su mensaje, Pullaro recalcó que el gobierno libertario sigue “paralizado” con los problemas de la gente. “Hay que dejar el pasado atrás, lleno de fracasos y frustraciones. Hay que encarar ya los problemas graves del presente, porque en las casas de nuestra gente todo es urgente”, dijo. Con esto, buscó marcar distancia de la estrategia del Ejecutivo y darle más peso a Provincias Unidas, el grupo de gobernadores que lidera con otros como Martín Llaryora y Gustavo Valdés.
El santafesino también pidió “plantarse de cara al futuro” y construir “una mejor opción para todos los argentinos”. En esa onda, destacó que su espacio quiere ser una alternativa política distinta a los de siempre. “Desde Provincias Unidas sabemos cómo”, insistió, y tiró los ejes de su propuesta: “Con producción, con trabajo, con sentido común, con coraje, con gobernabilidad. Con paz, seguridad, orden y desarrollo para los 47 millones de compatriotas”.
La respuesta del Gobierno
El mensaje de Pullaro coincidió con el anuncio de Javier Milei de armar una mesa política nacional después de la derrota en Buenos Aires. Según Adorni, esa mesa la va a presidir el mismo Presidente y la van a integrar Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y el propio vocero. Además, Milei le ordenó al Jefe de Gabinete que convoque a una mesa de diálogo federal con los gobernadores.
La idea, explicaron fuentes oficiales, es poner en orden la estrategia política del oficialismo y mejorar la relación con las provincias. Pero la iniciativa no fue muy bien recibida. Gobernadores como Pullaro ya habían adelantado que la desconfianza hacia la Casa Rosada es tremenda. Las quejas se centran en que no cumplen lo prometido y que retienen fondos esenciales para las provincias.
Así, esta nueva movida política parece un intento de Milei para calmar las tensiones internas y frenar la sangría después de lo de Buenos Aires. Sin embargo, las señales para afuera no lograron entusiasmar a los gobernadores, que ya están armando su propia agenda. Provincias Unidas, por ejemplo, convocó a un encuentro en Córdoba para mostrar que están unidos y con proyección nacional.
Provincias Unidas busca afianzarse
El grupo de gobernadores que forman Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Chubut, Jujuy y Santa Cruz busca posicionarse como un polo de poder alternativo. La apuesta es clara: ofrecer un proyecto político que se diferencie tanto del libertarismo de Milei como del peronismo bonaerense. En ese marco, Pullaro y sus colegas sostienen que el país necesita estabilidad, diálogo institucional y una propuesta competitiva para 2027.