La industria metalúrgica argentina atraviesa un período crítico, con la provincia de Buenos Aires y el sector de fundición como los más afectados. La utilización de la capacidad instalada se encuentra en mínimos históricos (44,8%), comparable solo con el inicio de la pandemia en 2020. El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, alertó sobre la necesidad urgente de medidas de estímulo para evitar un mayor riesgo de ajustes laborales, ya que el 90,5% de las empresas no esperan cambios o anticipan reducir sus plantillas, y el empleo ya registró una caída interanual del 2,9% en agosto.
Sectores que habían mostrado crecimiento, como Maquinaria Agrícola, experimentaron su primera contracción, mientras que Carrocerías y Remolques desaceleró su expansión. Autopartes (-12,6%), Fundición (-14,4%) y Bienes de Capital (-8,1%) profundizaron sus retrocesos. A nivel provincial, Buenos Aires tuvo el peor desempeño (-8,7%), seguida por Córdoba, Mendoza y Entre Ríos. El panorama se agrava con el aumento de las importaciones de productos metalúrgicos (23% interanual) y un déficit comercial creciente, lo que refleja una pérdida de competitividad del sector.