Durante más de tres décadas, la distribución de la coparticipación federal de impuestos en Argentina ha evidenciado un patrón de concentración que ha beneficiado principalmente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y a la provincia de Buenos Aires, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Entre los años 1993 y 2024, estas dos jurisdicciones fueron las únicas en incrementar su participación en la distribución secundaria —aquella porción del reparto que determina la asignación de recursos a cada provincia dentro del total destinado a los gobiernos subnacionales—, mientras que la provincia de La Rioja se consolidó como la principal perjudicada.
Buenos Aires y CABA: Las jurisdicciones favorecidas en el nuevo esquema fiscal
Según el estudio, la provincia de Buenos Aires logró recuperar parte de su peso en el reparto de recursos tras la implementación del Consenso Fiscal de 2017, el cual incluyó compensaciones por la pérdida del Fondo del Conurbano. Su participación efectiva ascendió al 22,2% en 2024, lo que representa una mejora de 3,5 puntos porcentuales respecto a 2015, aunque aún se encuentra 7,5 puntos por debajo del nivel registrado en 1993.
CABA, por su parte, experimentó un ascenso más pronunciado: su participación pasó de un 0,7% del total en 1993 a un 2,2% en 2024, lo que implica un incremento del 214%. Este notable aumento se atribuye al decreto 194/2016, que elevó su coeficiente primario al 3,75%, y al fallo de la Corte Suprema de 2024, que estableció un coeficiente del 2,95%.
En contraste, La Rioja sufrió una disminución del 18% en su participación, siendo la caída más significativa a nivel nacional. Esta pérdida se produjo tras la eliminación de los envíos extraordinarios que recibía desde 1988, catalogados como “extra coparticipables”.
Transferencias no automáticas y su concentración en CABA
El IARAF también analizó el impacto de las transferencias no automáticas, las cuales se canalizan a través de la cuenta “Obligaciones a Cargo del Tesoro” y operan como compensaciones discrecionales.
Entre 2015 y 2022, estas transferencias representaron el 23,5% del total de fondos distribuidos a las provincias. La provincia de Buenos Aires fue la principal beneficiaria hasta 2021, año en que comenzó a recibir recursos del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, creado con fondos previamente asignados a CABA. No obstante, en 2024, Buenos Aires no recibió fondos bajo esta modalidad, mientras que CABA concentró la totalidad de los envíos (aproximadamente $488.649 millones) en cumplimiento del fallo de la Corte Suprema.
El informe advierte que “la concentración de las transferencias del Tesoro en CABA transformó un esquema que antes se distribuía entre 24 jurisdicciones en uno focalizado en una sola”.
Pérdidas generalizadas en el resto del país
El IARAF clasificó a las provincias en cuatro grupos, considerando sus ingresos y densidad poblacional. En todos los grupos, se observaron descensos generalizados en la participación.
Provincias de altos ingresos y alta densidad (Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos): Solo las dos primeras experimentaron mejoras.
Altos ingresos y baja densidad (Neuquén, Chubut, La Pampa, Tierra del Fuego): Se registraron variaciones mínimas, pero negativas.
Bajos ingresos y alta densidad (Chaco, Tucumán, Mendoza, Misiones, Corrientes, Jujuy): Estabilidad hasta 2015, seguida de una caída posterior.
Bajos ingresos y baja densidad (La Rioja, Catamarca, San Juan, Salta, Santiago del Estero, Formosa): Se observó un retroceso sostenido.
En total, 22 de las 24 jurisdicciones perdieron participación entre 2015 y 2024. Las más afectadas fueron Chubut, Neuquén, Misiones y Salta, con descensos de hasta el 7%. Provincias como Córdoba, Tucumán y Mendoza retrocedieron entre un 4% y un 6%.
Efecto del fallo a favor de CABA
Al comparar los dos últimos años, el IARAF detalla que, excluyendo las transferencias del Tesoro, la provincia de Buenos Aires fue la única que perdió participación secundaria (-1,4%), mientras que el resto de las jurisdicciones mostró leves mejoras. Incluyendo las transferencias, CABA incrementó su participación del 2,5% al 3,3%, lo que representa un aumento del 30%, mientras que la provincia de Buenos Aires experimentó una caída del 9% y La Rioja del 10,6%.
El instituto explica que este crecimiento de la participación porteña se debe a la plena aplicación del fallo de la Corte Suprema, que restableció su coeficiente primario al 2,95%, mientras que la provincia de Buenos Aires perdió terreno debido a la reducción de las compensaciones del Consenso Fiscal.
Hacia una nueva ley de coparticipación
El informe del IARAF concluye que el esquema vigente, en funcionamiento desde 1993, ha perdido su equilibrio y requiere una revisión estructural. “Esta distribución efectiva de recursos nacionales debe servir de base para una discusión sobre cambios en la coparticipación federal”, sostiene el informe.
No obstante, se advierte que una reforma integral deberá considerar tanto los ingresos como las responsabilidades de gasto de cada provincia, ya que “son pocas las jurisdicciones que aportan más recursos de los que reciben”.