El salario mínimo en Argentina experimentó una nueva disminución en agosto, alcanzando su nivel más bajo en casi 25 años. Un estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA revela que el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) ha perdido el 32% de su poder adquisitivo desde noviembre de 2023. El informe atribuye esta caída a la devaluación implementada por el Gobierno de Javier Milei, señalando que los aumentos nominales posteriores no lograron revertir la tendencia.
El salario mínimo en Argentina perdió el 32% de su poder real.
De acuerdo con el reporte del IIEP, el salario mínimo real se redujo un 0,5% en agosto, acumulando un retroceso del 32% desde la significativa devaluación de diciembre de 2023. El documento también advierte que el poder adquisitivo del SMVM se encuentra en su punto más bajo desde 2001, previo al colapso de la convertibilidad.
En comparación con su pico histórico, registrado en septiembre de 2011, el salario mínimo ha perdido el 62% de su poder de compra. Los investigadores consideran esta tendencia como una de las etapas más críticas en la evolución del ingreso real desde que existen registros.
El estudio puntualiza que en diciembre de 2023 el salario mínimo se contrajo un 15% en términos reales, y en enero de 2024 la caída se amplió al 17%. A pesar de los ajustes parciales aplicados por el Gobierno en los meses subsiguientes, estos incrementos no lograron compensar la inflación acumulada.
Empleo formal en retroceso y señales de alerta
El informe del IIEP también analizó la evolución del empleo formal. En junio de 2025 se perdieron 12.200 puestos asalariados en el sector privado. Si se consideran todos los empleos registrados, la pérdida neta ascendió a 4.100 puestos, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Actualmente, 10,1 millones de personas se encuentran registradas como asalariadas. No obstante, la tendencia evidencia un deterioro sostenido. Tras una leve mejora entre finales de 2024 y el primer trimestre de 2025, el empleo volvió a disminuir entre abril y junio.
En una comparación interanual, junio de 2025 registró 18.000 empleos formales menos que el mismo mes del año anterior. Respecto a noviembre de 2023, la pérdida totaliza 190.000 puestos.
El desafío del poder adquisitivo
Los economistas del IIEP sostienen que la combinación de salarios bajos, inflación persistente y una menor creación de empleo compromete significativamente el poder adquisitivo. El instituto advierte que, sin una mejora real del ingreso, la recuperación económica “seguirá limitada al consumo de corto plazo”.
Fuentes del sector laboral también han manifestado preocupación por la ralentización en las negociaciones paritarias y la falta de actualización del salario mínimo, lo cual impacta directamente en los trabajadores informales y en los beneficiarios de programas sociales.