Provincias Unidas emerge como el nuevo polo opositor en la política argentina, consolidándose con firmeza frente al gobierno de Javier Milei. Los gobernadores Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro, en conjunto con el exmandatario cordobés Juan Schiaretti, encabezan las críticas más severas contra la Casa Rosada. Su discurso se centra en las retenciones, la ausencia de federalismo y la cercanía del Presidente con Donald Trump, según fuentes políticas consultadas por Infobae.
El bloque de mandatarios provinciales, del cual también forma parte Gustavo Valdés, busca posicionarse como una alternativa en el actual clima electoral, que culminará el 26 de octubre. En este marco, el espacio federal acusa al Gobierno de adoptar medidas electoralistas y de incumplir acuerdos fundamentales para asegurar la gobernabilidad. La tensión con la Nación se intensifica, mientras las provincias de Córdoba y Santa Fe se erigen como territorios decisivos en esta disputa.
Los cuestionamientos principales se dirigen a la reducción de retenciones al campo, una medida que los gobernadores consideran coyuntural y carente de fundamentos sólidos. Adicionalmente, los dirigentes resaltan el costo asumido por los recortes de fondos coparticipables y la supresión de aportes esenciales, como el fondo compensador del transporte. En este contexto, el distanciamiento con La Libertad Avanza se hace cada vez más patente.
El giro opositor de Schiaretti, Llaryora y Pullaro
Schiaretti, quien recientemente formalizó el espacio en Rosario, definió a Provincias Unidas como el proyecto capaz de construir una tercera opción frente al oficialismo y al kirchnerismo. “Milei ha dejado de representar lo nuevo. Lo que emerge como nuevo es Provincias Unidas”, sentenció el dirigente cordobés, en declaraciones que marcaron un quiebre en su relación con el Gobierno nacional.
Llaryora y Pullaro se han expresado en la misma dirección. El gobernador santafesino subrayó que las retenciones “deben eliminarse por convicción y no por necesidad”, mientras que el mandatario cordobés advirtió sobre el impacto negativo de los recortes en la economía regional. Ambos coinciden en que el programa libertario traslada los costos a las provincias y debilita la producción.
La interna opositora no es insignificante. Desde sectores del peronismo más intransigente se acusa a los gobernadores de haberse distanciado tardíamente, tras haber respaldado iniciativas clave como la Ley Bases. No obstante, los referentes federales aseguran que su paciencia se agotó debido a los constantes incumplimientos y los ataques recibidos desde las redes sociales afines al oficialismo.
Córdoba y Santa Fe, claves en el tablero electoral
La estrategia de Provincias Unidas tiene como objetivo inmediato consolidar el poder legislativo. Un triunfo en Córdoba proporcionaría al espacio un impulso decisivo para sumar diputados nacionales y conformar un bloque con capacidad de arbitraje en el Congreso. En este sentido, el correntino Valdés y otros gobernadores como Ignacio Torres y Claudio Vidal, mantienen posturas más moderadas, pero acompañan la construcción federal.
De esta manera, el frente aspira a proyectarse hacia 2027 con un candidato propio, sustentado en valores como el federalismo, la producción, el respeto institucional y el consenso político. El desafío consiste en consolidar un espacio que evite el fracaso de anteriores “terceras vías” y que logre capitalizar el descontento con las principales fuerzas nacionales.
El escenario político se configura con celeridad y Provincias Unidas pretende ocupar ese vacío. La disputa con Javier Milei se perfila como uno de los ejes centrales de la campaña, especialmente en el interior productivo del país, donde el impacto de las políticas económicas nacionales se percibe con mayor intensidad.
Con el 26 de octubre como fecha crucial, los gobernadores son conscientes de que cada paso será determinante para fortalecer su proyecto. De esta forma, buscan trascender las elecciones legislativas y proyectarse hacia la próxima contienda presidencial.